El UMC me permite ser quien Dios quiere que sea. La UMC apoya el amor y ayuda a difundir el amor de Dios. En la UMC me siento aceptada, amada y apoyada. Para mí, dejarlo sería negar al mundo lo que se me ha dado. Nunca he visto a otro grupo amar como los metodistas unidos. ¡Por eso me quedo en la UMC!